Este fin de semana fue pesado para este pequeño roedor. El viernes bailamos, el sábado tuvo competencia de gimnasia en el Tembag (y me borró las fotos de la cámara!) y también bailó para los padres de familia (contra mi voluntad). El domingo tuvo su primer prueba escénica de la Escuela Nacional de Danza. Nótese que las orejas quedaron bonitas, originalmente las de ella son de burro. Con todo el pesar y cansancio el domingo nos levantamos temprano, la tenía que maquillar y si algo hay que hacer bien es el peinado o maquillaje, según ella. Asi que la mamá, es maquillista también, además de chofer. En la expresión de esta foto wow! que natural le quedó. Y vaya, me senté a verla en el teatro, en medio de tantos papás y mamás que no se saben comportar en un teatro. Esta vez no pelié con nadie, ya no me amargo por una silla, o la falta de silencio, porque se rían o coman, porque critiquen idióticamente un evento. Ojalá que la experiencia con nuestros hijos en escena, nos moldeara un poc
un espacio para reflexiones personales, relatos de vivencias sobre danza, espectáculo, la vida y los gatos