Siempre pensé mi mamá hablaba mucho y se esmeraba poco para hacer de mi hermano un hombre disciplinado. Aunque, yo era una niña difícil, no escapaba de la mano dura materna. Ahora que soy mamá, entiendo no sólo a mi mamá sino también a la niña que fui. Sí, yo no creía en la educación porque no había ejemplo (vaya, mi hermano menor era un impune) y por eso, yo la desafiaba un montón. Pero ahora mamá Ixquic * tiene lapsus blandengue, a saber, tibieza en la educación: por amor, por cansancio, por desánimo (no me quejo, pero en teoría esto recae sobre dos). Es cuando no doy ejemplo y no cumplo mis propias reglas. Ixbá , es para mi desgracia, una abogada en chiquito. Nada escapa de su mirada y sus oídos y hasta creo que ella me ha robado los " superpoderes " con los que muchas veces la controlé. Sin duda, diez años, serán otro rollo. Su cuerpecito comenzó a cambiar, actúa como niña y a veces, como señorita, está sensible . La culpable de todo soy yo...en fin.. lo normal y sopo