No sé en qué pensaba cuando se me ocurrió por primera vez ser madre soltera, sucedió cuando tenía dieciocho o diecisiete años, cuando mi primer sobrina nació. Ella me encantó tanto que me adueñé de sus horas primarias en el mundo. Mi hermana me la dejaba y me encargaba de "casi" todo, la llevaba al parque y fingía ser una joven y orgullosa madre. Además, colocaba un espejo para verme, algo como maternidad postiza y narcisa . Era una muñeca con la que logré mucha asimilación. En la medida que crecía se volvía un terremoto, justo para gastarme las energías con ella. La metí a ballet, y me quedaba con cara de babosa en sus presentaciones. Mi novio de ese tiempo, rojícimo políticamente hablando, se mataba de la risa con las dos. Ahora creo que lo fingía, pues èl pasó a un segundo plano con mi fingida maternidad. Además se espantó cuando dije: ya sé que quiero. Seré madre soltera... Al entrar a la Universidad, tuve que soltar a la chiquita. Para ella yo era su mamá tambi
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