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Primera infancia: malas palabras, amor, sol, mis zapatos y el kinder

Publiqué esto en 2010, pero quiero rescatarlo y re elaborarlo y re compartirlo.

Se dice que la primera infancia va desde la concepción hasta las 7 u 8 años más o menos y lo que allí vivamos, nos marca en la vida.

Tenía cuatro años cuando conocí el amor --quizá "fantasía" pero amor al fin y al cabo--, la vergüenza, mi rechazo a las fotos en el sol y entendí porqué no decir malas palabras y sobre todo, porque las personas adultas son tan complicadas.

Sólo recuerdo que me llevaron a mi primer día de kinder (jardín de niños y niñas) y yo no tenía ni idea de qué era eso ni para que me llevaban a mí si era salvaje mente feliz en casa. En la puerta del lugar me di cuenta que me separaría de mi mamá y me dejaría en manos de una mujer que se asemejaba a un "espanto" (y que en paz descanse). Así que decidí no entrar, me agarré de unos barrotes de la puerta y ésa señora me jalaba las piernas, yo gritaba ¡auxilio! Mamá...mamá, maaaaaaaaaaaaaamaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! pero ella, se fue.

Así que lloré y lloré...hasta que ya me aburrí de llorar, me enojé demasiado. Y cuando el espanto se me acercó (era alta y pelo blanco) le grite "¡Vieja puta!" 
.... sí, puta. 

Puta era una palabra que me moría por usar; pues la usaba mi papá de diversas maneras: contento, enojado, decepcionado, etc. Mil usos! y por fin tuve una oportunidad para hablar como él. Cuando pasó eso supe qué era una "mala palabra" cuando en casa, mi trasero pasó por las palmas de mi mamá y luego de mi papá.

ese día, aprendí que gritar puta, ¡libera!. Pero además, traía graves consecuencias viniendo de una infante. Así que, la palabra quedó en la clandestinidad.

*****

El Amor, sí. En mi salón había un niño, Carlos B. Guapo ¡guapisímo! y desde que lo descubrí, pues ir al kinder tenía sentido aunque él no me pelara. Luego descubrí que era vecino y por eso pedía ir a comprar a una tienda todos los días ...pues tal vez me lo encontraba. Fue mi amor platónico durante algunos años posteriores y fue un incentivo para ir a estudiar. Estaba en Kinder 2 cuando un día, tenía ganas de ir al baño, me dolía el estómago demasiado....y pues, no aguanté y me hice :)  Después fue bochornoso, llamaron a mi mamá y me tenían en "cuarentena". En realidad a mí lo único que me afectaba era que Carlos B. se diera cuenta de mi ca?)g#*a. Esa fue la primera vez que quise que la tierra me tragara. fue una gran pena y verguenza de amor la que sufrí. 

******

¿Sol? pues en la foto de arriba soy la niña del centro, la que parece que llora y casi ensaña los calzones. En mi colegio nos hacían una foto bajo el sol y como era de las más peques, siempre estaba en la primera fila. Pero a mi el sol me jode la vista, no puedo ver a una cámara bajo el sol. Así me inmortalicé cada año, con mi cara de pasa de pasa por culpa del sol.

*****

¿Zapatos? Nací pie plano y mi mamá me mandaba al cole con unos botines ortopédicos para corregir. Al inicio me daba pena, especialmente, con Carlos B. porque era "la niña" con zapatos de varón (pensaba yo), ya me habían inmortalizado feya en la foto, ya había pasado por un bochornoso episodio biológico, mi entrada al kinder fue un hecho "publico y escandaloso" y esos zapatos eran la fresa del pastel.... guacala! pero hoy doy gracias a ese bochorno, pues el arco de mis pies ha sido una buena base para bailar.

Eso es lo que recuerdo del Kinder. Mi mamá siempre me restregaba los bochornos que se extendieron hasta mis quince años. Yo le digo, que algunas personas nos gusta la vida intensa y así buscamos gritar puta cuando sea necesario y saludable; amándo a hombres posibles e imposibles que amen nuestra imperfección; aturrando la cara por un brillante sol y usando los zapatos que nos hagan únicas en medio del montón y así: 

¡aquí llegue yo!

ja!
PD. la que nació de mi tiene mas anécdotas del kinder. Otras cosas no pudo heredar!

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