Ir al contenido principal

coser y danzar


Tener vestuario para bailar es sumamente caro, bailés lo que bailés. Llevo varias semanas cosiendo y decorando tops (parte de arriba) de mis trajes. No hay nada como un traje comprado, bordado con flecos o monedas. Son bellos, pero caros. Por eso he tenido que reciclar muchas cosas y me ha resultado bien.
He mandado ha hacer faldas para danzar y me he dedicado ha armar caderines y a coser mis tops, a los que les he bordado piedras, lentejuelas, mostacilla de colores. Casi termino uno de tribal que empecé hace rato.
Coser me entretiene, me gusta bailar con el fruto de mi trabajo y mis diseños ¡como que no! Claro, está mi queridísima madre, ella es un genio para adivinar lo que siempre necesito, aunque mi hija se ponga celosa (dice que la abuela sólo me asiste a mí). A ella le encanta verme bailar con sus propuestas de ropa y sus ideas locas (ella hace mis velas, velos, bastones, alas). Ella es un genio.

Comentarios

Lilith ha dicho que…
Lo bueno de hacer tus propios diseños, es que tienen un estilo personal,un distintivo entre los demas, aveces los trajes son todos iguales, es el "ataque de los clones" como espectador recuerdas a la bailarina con algo diferente, un toque distinto.
Ashira ha dicho que…
A juzgar por las fotos, se te da muy bien. Yo creo que toda bailarina de danza oriental-tribal... finalmente se dedica de un modo u otro a realizar su propio vestuario. Lo mejor? Es único, exclusivo, tal y como lo imaginaste, y lo mejor... bailas no solo sintiendote orgullosa del baile en si, también del vestuario que es tu propia obra de arte. Ánimo.

Entradas populares de este blog

añoranza... ¡imposible!

Mi hija dice que la próxima vez que le llegue plata, me llevará a la playa. HAce meses no vamos y dice que ya me hace falta, yo estoy 100% de acuerdo. Lo malo es mi tiempo, mi tiempo tiempito tempo tiempazo time! . .

La canción del mar

Hoy en la revista dominical de La Prensa Gráfica se publica una edición especial de la nueva obra de la escritora Claudia Hernández , que se llama La Canción del Mar. Después de leer las mismas noticias de siempre, esto me compuso el corazón que ha andado desbaratado en estos días. Curiosamente, me moría por irme hoy a la playa, por ser mi último recurso de abstracción y alejarme de muchas cosas. Quería ver el mar, sentarme allí frente a él, bañarme los pensamientos y tenderlos al sol, después regresar. No pude ir porque tengo muchas cosas que hacer, sin embargo esta lectura tuvo su efecto. Pensé que esta edición también estaría completa en internet , pero no. Lástima. Luego buscaré el libro, definitivamente, vale la pena. Otra cosa que celebro es que las cosas se den de esta forma, es decir, que una escritora tan buena haga su trabajo y con calidad, para orgullo nuestro. Y luego, sea un periódico quién nos lo traslade (día domingo sin tanto apuro) y que eso haga que yo salga a buscar

Regalos para mi hija

Salí ahí no más de las fronteras y mi hija me dijo: " traeme algo por favor". Me llamó al celular para recordar y e dijo que quería un caderín árabe ... ¿? Le aclaré que eso no se vende así..por ahí. Entonces me dijo "vaya pues, una artesanía traeme , pero traeme algo". Entonces le compré estas estelas femeninas (mayas), una está pariendo y la otra amamantando. Estaba ansiosa cuando las entregué, las miró y me dijo que gracias, pero definitivamente yo soy una mamá muy rara. Nos miramos serias y no dio un ataque de risa, me dijo que de verdad estoy loca. Le impresiona la que está pariendo. Y luego ya en serio, le decía como hay en todo un culto a la fertilidad y a la maternidad, danza árabe incluida . Que bueno que seamos mujeres y nos encontremos con estas estelas.