Estos días no he vivido. No he bailado (sólo un par de ensayos de danza árabe y de la conteporánea me espera la revolcada del año el próximo sábado), no he podido atender a Ixbá como se merece, ni he platicado con mi papá como se debe, no me recupero para escribir como me gusta.
Debo terminar algunas cosas que me paralizan y que detesto, pero así debe ser. Aunque ellas me tengan contra la pared. Este es el tipo de soledad que detesto, porque ella me busca y no soy yo quien la busca.
Comentarios
Sos una mujer increible. A la soledad no le des gusto. Demuestrale que no te afecta e invitala a tomar un café.
:p
eso me mata.