Un joven beduino, vagando en el desierto, vino a parar cerca de un pozo junto al cual se encontraba para sacar agua una muchacha guapa como la luna llena. El joven beduino se le acercó y le dijo:
— ¡Estoy perdidamente enamorado de ti!
La joven le responde:
— Cerca de la fuente hay otra muchacha tan guapa que yo no soy digna de ser su sierva.
El joven beduino giró enseguida la cabeza y se puso a buscarla: No había nadie.
Entonces la muchacha exclamó:
— ¡Qué hermosa es la sinceridad y qué fea es la mentira!
Dices amarme y basta que yo te hable de otra mujer para hacerte girar la cabeza y buscarla desesperadamente.
— ¡Estoy perdidamente enamorado de ti!
La joven le responde:
— Cerca de la fuente hay otra muchacha tan guapa que yo no soy digna de ser su sierva.
El joven beduino giró enseguida la cabeza y se puso a buscarla: No había nadie.
Entonces la muchacha exclamó:
— ¡Qué hermosa es la sinceridad y qué fea es la mentira!
Dices amarme y basta que yo te hable de otra mujer para hacerte girar la cabeza y buscarla desesperadamente.
Ahmed Ibn Mohammed, siglo X
****¡librame de ellos!
;)
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Comentarios
la del pozo esta igual y quizas menos peor que las que a punto de casarse le mandan una "mejor amiga" de ellas al novio a ver si se lo pueden levantar.
Y se lo levantan.
Luego no les regresan el deposito de la fiesta y se quejan.
Creo que uno, de macho de la especie que es, puede ser leal al 100%, sin ser fiel. Copia asi como que "fiel", solo en los poderes.