Una amiga de la universidad me llamó para preguntar sobre los cursos de danza árabe a los que asisto, me decía que quiere hacer ejercicio y a la vez relajarse un poco dado que vive con mucho estrés. Dice que hace rato estaba con esa inquietud pero la detenía por un detalle: es una mujer rellenita y la pena es poderosa.
Siempre he creído que los seres humanos necesitamos actividades físicas para vivir mejor, sudar un poco, dejar la mente en paz, mantener el cuerpo (que no es lo mismo que estar delgada(o)) energizado y tener un momento para vos y nadie más. Para eso están los gimnasios y ciertamente, las clases de baile y danza que ofrecen diferentes academias. Estoy convencida que la danza árabe es también una opción para todo eso, es decir, que la pueden practicar quienes desean una buena actividad física sin el ánimo de convertirse en una bailarina profesional o vestirse de odalisca y bailar en público.
Esto último, lo acoto porque mi amiga me lo hacía ver.
Esta danza tiene movimientos complicados pero también movimientos muy naturales y fáciles para hacer en clase, no he visto que la gente se complique aprendiéndolos. Los ritmos no son muy ajenos, los dum y tac van con el vaivén de las caderas que vos podés mover casi por intuición.
Digamos que se trata de una fiesta entre la cintura, el pecho, los hombros, las caderas, las piernas, la pelvis en conexión con la alegría que siempre está escondida y le da pena salir.
Lo que particularmente me maravilló fue enterarme que existe ejercicios de músculos que hasta ahora eran imperceptibles para mí, como los del suelo pélvico...es la danza del vientre! y eso hace que el cuerpo se forme mejor. Hace mucho bien.
Por otra parte hay ejercicios que son puro cardio, los shimis, eso hace que las monedas cosidas en caderín salgan disparadas, mientras las piernas pican el piso como si estuviese caliente (concretamente el chu chu shimi que va en relevé). Con un minuto estás sudando!
En la clases hay de todo, gente que asiste por diversas razones y se la pasa muy bien. Hay señoras muy guapas con las que he hablado y me dicen que esta danza les ha cambiado la vida porque han tenido que re valorar su belleza. Hay una en especial --a quien le tengo mucho aprecio y admiración-- que se ve físicamente como una diva y cuando baila en público realmente infunde respeto y transmite alegría. Nunca falta a clases y es madre de tres universitarias.
¿rellenitas? En esta danza abundan y muchas son profesionales. Vi dos mujeres así en Nicaragua en un Festival de la Danzas Árabes, ellas hicieron los mejores drums de la noche y tenían a todas las participantes del festival hipnotizadas (con envidia de la buena). Siempre he dicho que este ambiente es jodido, la gente tiene talentos y el ambiente puede llegar a frustrarlos. Hombres y mujeres critican si ven a una mujer rellenita y lo hacen sin mirarse sus propios físicos.
No creo en los estándares de belleza, además que ésta es proporción y las mujeres gorditas son generalmente proporcionadas. A mi amiga la invité, ojalá llegue y sepa pasársela bien, desestresarse un tanto pero sobre todo que se sienta mejor.
Por otra parte, el amor es proporción también. Las mujeres la encontramos en los hombres cuando les amamos, apreciamos los defectos y virtudes ¿porqué no lo harían ellos con nosotras? naaaada de sentirse incómoda ¡no se vale!
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