Seguro serías una niña tranquila, pero no había modo. Y está bien.
Naciste conmigo y te he llevado conmigo durante 33 años, eras parte de mi reserva productiva y llevabas mis características biológicas. Seguro, mi carácter y mi pelo desordenado.
Chimbolita, me pusiste sensible a ratos, hasta con un mínimo gesto lacrimógeno. Pero gracias a esa sensación he regresado a mis ejercicios como un mecanismo de defensa, busco endorfinas y quizá, justificar el cansancio que ahora siento.
Te nombro Eva porque me has movido, tus antecesores sólo me pusieron triste y quizá enojada. Desde que supe que llevo los ovucitos dentro, y que son "íntimamente míos", y que muere una parte de mí con ellos...siento más respeto por la naturaleza y de alguna manera Eva inauguro esta maravilla!
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