y mi niña va cambiando, o bien, se va descubriendo a si misma en esa edad que dicen “es transitoria” y que llamamos “adolecer”. A ixbá le duelen los huesos al menos una noche a la semana, ya tiene el cuerpo a lo “señorita” que de renacuajo niña. Su lengua es o sea, helloooo El año lo comenzó mal con las notas pero ahora va mucho mejor, ya no deja materias. Ahora el asunto es el comportamiento pues como digna representante de los adolescentes le gusta retar a la autoridad, en casa y colegio. Por ahora he tenido que quitarle cosas: el acceso a la compu, algunos permisos etc. Lo bueno de esta edad es que ya nos entendemos de otra manera, la platica más que el juego (antes era mucho juego y poca plática). Ir a ver teatro o danza ya es diferente y hablar de hombres o muchachos guapos ya nos pone en sintonía. En la foto está peque, hoy usa un fleco que se plancha. Y aunque se siente grande, todavía disfruta las chiquilladas en la tele, sale a jugar a la calle y de vez en cuando se desliza p
un espacio para reflexiones personales, relatos de vivencias sobre danza, espectáculo, la vida y los gatos