Lo curioso es que esta maestra la vi hace unos días en el Teatro Nacional y llevaba el pelo corto!
en fin...
En otra época me hice de una manía: cada vez que cortaba con un novio yo misma --por terapia-- me cortaba las puntas, y al sentir la cabeza más ligera, el alma también se me suspendía. Así aprendí a cortármelo yo misma y por eso jamás voy a un salón de belleza. Ahora me lo recorto, aunque no esté cortando relaciones con nadie.
Ahora con el aprendizaje del bellydance, he dejado pasar a mi cabellera más allá de donde no había pasado antes. En esta danza hay muchos movimientos de cabeza que implican el movimiento del cabello también. Me gusta.
Pero ya comienza a fastidiarme pues he tenido necesidad de meter tijera --por terapia-- y me tenido que reprimir, me cuesta que se seque por la mañana y con el viento parezco el "rey león" o Medusa.
De todas formas...ya le toca tijera, un centímetro estará bien para mi ansiedad.
Comentarios
eso ya es terapia!
Saludos Ix.