
La vi hacer un gol y observé la barra que tenía. Su maestra era su fan y la que más gritaba junto con niños de otros grados. Al final los varones (que no sacaron la cara por el fut masculino, je) la llevaban cargada. Vaya cuactemita morada la que tengo.
casi no le hablé, pues el trato era presencia pero no acoso. Esto es, "mamita llegá a verme pero no me pongás en verguenza con mis amigos". Lo curioso, es que sus amigas y amigos son los que se me acercan a platicar!!!
El viernes le haré una despedida con amiguitos y amiguitas, asi me reservo dos días sólo para mí con ella.
Comentarios
Qué felicidad ver a tu hija crecer y ser una estrella... el fruto no cae lejos del árbol!!!!
bailamos?
(je je)